miércoles, 22 de marzo de 2017

22 de marzo: Día Mundial del Agua

El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo, por iniciativa de las Naciones Unidas, como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la defensa de la gestión sostenible de los recursos de agua dulce.
Cada año, el Día Mundial del Agua destaca un aspecto particular relacionado con el agua: este año, trata sobre el agua y la seguridad alimentaria.
Todas las personas necesitan consumir de 2 a 4 litros de agua al día. Pero se requieren de 2 000 a 5 000 litros de agua para producir los alimentos diarios de cada persona. Para avanzar hacia una alimentación más sostenible, se debería producir más alimentos utilizando menos agua, reducir el desperdicio y las pérdidas.

Aportamos información sacada de http://www.un.org/es/events/waterday/

La humanidad necesita agua

Una gota de agua es flexible. Una gota de agua es poderosa. Una gota de agua es más necesaria que nunca.
El agua es un elemento esencial del desarrollo sostenible. Los recursos hídricos, y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población y el crecimiento inclusivo, y tiene un impacto positivo en la vida de miles de millones de personas, al incidir en cuestiones que afectan a la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y al medio ambiente.
En la actualidad más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.

Día Mundial del Agua de 2017: «¿Por qué desperdiciar agua?»

Este año, nos concentramos en el desperdicio del agua y en cómo reducir y reutilizar hasta un 80% del agua que malgastamos en nuestras casas, ciudades, industrias y agricultura y que fluye de vuelta a la naturaleza, contaminando el medio ambiente y perdiendo nutrientes valiosos.
Necesitamos aumentar la recolección y tratamiento del agua desperdiciada y reciclarla de una forma segura. Al mismo tiempo, necesitamos reducir la cantidad de agua que contaminamos y malgastamos para ayudar a proteger el medio ambiente y los recursos hídricos.
El Objetivo de Desarrollo número 6 Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje.

Datos destacados

  • Mundialmente, más del 80% del malgasto de agua que generamos vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada.
  • 1800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por aguas fecales, poniéndolos en riesgo de contraer el cólera, la disentería, el tifus o la polio. El agua no potable, y unas pobres infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene, causa alrededor de 842,000 muertes al año.
  • Las oportunidades de explotar el agua desperdiciada como un recurso son enormes. El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.